Milei cumple seis meses en el Gobierno: afronta desafíos en el frente cambiario y fiscal en los próximos meses
A esta altura del Gobierno, se trata de algo más que un simple conteo de días en el poder. Javier Milei cruza la frontera de los primeros seis meses con un escenario poco previsto por analistas políticos y economistas. El Presidente llega con un nivel de aprobación popular más alta que la imaginada. Hasta ahí, tal vez lo mejor.
Las sombras aparecen a la hora de evaluar la dinámica económica y la reciente tensión en el mercado financiero, que nadie podría pronosticar que ya se acabó.
Para los financistas, la administración libertaria cumplió con sus primeros objetivos. Encaminó el equilibrio fiscal en un tiempo récord; logró una baja de la inflación respecto del shock de diciembre; achicó la brecha cambiaria y compró una abultada cantidad de dólares en los primeros meses de la administración.
Sin embargo, hay déficit elocuentes: el más notorio, la falta de un triunfo político en el Congreso. A seis meses de gobierno, Milei no dispone de su “ley de Bases”, y si alguna vez sale será una norma totalmente desflecada respecto de lo que originalmente el Presidente mandó al Congreso.
El mercado también cayó en la cuenta que subsisten inconsistencias técnicas. A medida que pasa el tiempo, por ejemplo, queda más en evidencia el incipiente atraso del tipo de cambio.
Ante este panorama, el Gobierno calla -o, más bien- defiende a capa y espada el camino elegido, en lugar de marcar una hoja de ruta sobre sus próximos pasos.
El mercado empezó a imputar en los precios de los activos esas indefiniciones.
Cuáles son los tests que deberá afrontar el Gobierno de Javier Milei
El test más relevante que tiene el Gobierno por delante es el ritmo de liquidación de la cosecha.
La clave será lo que suceda en las próximas semanas. El último reporte de la consultora MacroView lo expresó con números, a tomar en cuenta: el promedio mensual de los próximos dos o tres meses (junio-agosto) debería redondear unos u$s7.500 millones.
De ser así, entonces, el test podría darse por aprobado. De otra forma, si los productores guardan material en los silobolsas a la espera de mejores precios, entonces el Banco Central no podrá cumplir con el objetivo de acumular reservas.
Los inversores miran con lupa esta dinámica: de esto depende de que el Gobierno tenga divisas para hacer frente a los vencimientos de la deuda del próximo año.
El test cambiario: ¿seguirá el crawling peg del 2%?
Si algo quedó en claro en la última semana es que el mercado dejó de pensar que el crawling peg del 2% resulta suficiente para anclar las expectativas.
De hecho, el relevamiento del Banco Central entre economistas (REM) detectó que la inflación mensual promedio esperada por las consultoras tiene un piso del 5% de acá a fin de año, un ritmo inviable con la idea de mantener prácticamente clavado el tipo de cambio.