Cortocircuito entre Nación y Ciudad por la seguridad: creen que debieron haber detenido al agresor del custodio de Milei
Ariel Mercanzini fue interceptado por la Policía porteña, mientras se peleaba con asistentes a la ceremonia de asunción.
Gastón Ariel Mercanzini fue secretario de Cultura de la municipalidad de Concepción del Uruguay, en Entre Ríos. Su perfil, a priori, no parece ser el de alguien marginal, con antecedentes penales y que va viviendo en refugios según el tipo de delito que comete.
Sin embargo, esa es la principal hipótesis que maneja la Justicia por estas horas acerca del hombre de 51 años, ultrakirchnerista, que agredió con un botellazo a un custodio del presidente Javier Milei, que vio el episodio a sólo centímetros y pudo haber sido el destinatario del proyectil.
No sólo eso: tras el hecho, alcoholizado, Mercanzini se peleó con un grupo de asistentes a la movilización a favor del nuevo presidente, ante la mirada de la Policía porteña, que solamente atinó a separar y lo dejo ir.
“Lo vamos a buscar y lo vamos a detener. Hay que ver antecedentes y la gravedad de las lesiones del subcomisario”, sostuvo una fuente judicial en relación a la situación del agresor de Guillermo Armentano, el subcomisario de la Policía Federal que participó en el operativo de seguridad y que sufrió un corte en la cabeza por el impacto del golpe.
“El tipo vive en refugios, es un marginal”, consideró la misma fuente consultada respecto a Mercanzini. La causa está radicada en el juzgado federal de Ariel Lijo, que dialogó con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, sobre lo sucedido.
“Hablé con el juez Ariel Lijo, a cargo de la causa, para una rápida investigación sobre la agresión sufrida por el presidente de la Nación que hirió al subcomisario Guillermo Armentano, integrante de la custodia presidencial de la Policía Federal. El que las hace, las paga”, escribió Bullrich en la red social X.
Hablé con el juez Ariel Lijo, a cargo de la causa, para una rápida investigación sobre la agresión sufrida ayer por el presidente de la Nación que hirió al subcomisario Guillermo Armentano, integrante de la custodia presidencial de la Policía Federal.
El hecho de que Mercanzini se haya ido del lugar donde protagonizó el incidente, y que la Policía de la Ciudad lo haya visto, motivó enojo dentro del Ministerio de Seguridad nacional.
Si bien fue un día atípico, de absoluta transición entre un gobierno y otro, la bronca radica en que, según fuentes nacionales, “en un caso así no se lo puede mandar tan rápido al tipo a la casa”.
En esa línea, creen que “tenés que cuidar un poco más todo, lo largaste enseguida”. A raíz de ese conflicto es que el ministerio nacional le pidió a Lijo que derive todo el caso en ellos y no en lo porteño. Eso no implica que haya una molestia con Waldo Wolff, el nuevo ministro de Seguridad porteño, pero sí creen que los policías que estuvieron debieron haber procedido con más dureza.
Más temprano, Wolff defendió el accionar policial, argumentando que se le labró un acta, pero que “no se lo pudo dejar detenido porque no había motivos, había elementos para sospechar pero nadie dijo “tiró una botella””.
El ministro de la Ciudad reconoció que vio las cámaras este lunes y que allí reconocieron que a quien se le había labrado el acta era Gastón Ariel Mercanzini, el mismo que antes le había tirado el proyectil al subcomisario Armentano.
Patricia Bullrich, con Waldo Wolff, antes de asumir.Patricia Bullrich, con Waldo Wolff, antes de asumir.
Fuentes porteñas plantean que Mercanzini “estaba limpio”, que “no tenía nada en la mochila” y que nadie denunció un delito. “Así y todo la policía lo paró, lo requisó y no le encontró nada. No podés detener a alguien por las dudas o porque alguien te dice que hizo algo que no viste y no quieren denunciar”, explicaron ante la consulta de Clarín.