Estas son las 10 prepagas que más aumentarán su tarifa en julio
“En abril me di de baja de la prepaga, con lo cual no van a devolver en 12 cuotas lo cobrado en exceso. ¿A quién le tengo que reclamar? ¿Cómo hacemos quienes nos dimos de baja para reclamar que nos paguen esa diferencia?“. La inquietud de Marisa Ducci este miércoles en la red X cuenta en una misma frase dos realidades: cierta confusión que todavía queda en la gente tras dos meses de tensión entre las prepagas y el Gobierno, y que efectivamente hay un sector de la población que en este nuevo contexto de subas de precios está dando de baja su cobertura.
En cuanto a lo primero -la devolución del dinero a los ex afiliados-, la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) ya informó -tras el anticipo de Clarín- que las personas interesadas tienen que hacer el reclamo ante su ex prepaga, que deberá hacer la devolución correspondiente, y en caso de haber algún tipo de resistencia de la empresa hacer la denuncia ante la SSS.
En cuanto a lo segundo, el goteo de las prepagas ya se observa en varias jurisdicciones del país y sería uno de los factores que ha hecho crecer en los últimos meses la demanda en los hospitales públicos. A esa variable hay que sumarle el de la gente que perdió el trabajo y, en consecuencia, la obra social o cobertura médica al triangular aportes a una prepaga.
Clarín terminó de relevar en las últimas horas la lista de las diez prepagas más importantes que han comunicado sus aumentos para julio -primer mes sin el cepo del IPC- y las subas en promedio casi duplican el último índice de inflación conocido -correspondiente al mes de mayo- del 4,2 por ciento. El promedio de las diez relevadas arroja el 7,69 por ciento.
El Top 10 de aumentos quedó de la siguiente manera: Hospital Italiano, 9,37%; Sancor Salud, 8,9%; Accord Salud, 8,8%; Hospital Británico, 8,65%; Omint, 8,5%; Medicus, 8,07%; Galeno; 7,45%; Swiss Medical, 6,7%; Hospital Alemán, 6,3%; y Medifé, 4,2%. Sobre la que todavía no se conoce la suba de julio es OSDE -la prepaga con más afiliados del país-, que cobra a mes vencido y estaría comunicando el aumento el mes próximo.
¿En qué medida estas subas están provocando un derrame hacia el subsistema público de salud? Clarín habló con varias provincias que graficaron la dimensión del fenómeno. El denominador común en los distritos es claro: lo que se ve es recién el principio de algo que en los próximos meses podría crecer todavía más.
Fuentes del Ministerio de Salud de la Ciudad dijeron a este medio: “Vemos un aumento en la demanda en los hospitales públicos, aunque todavía no es significativo. También hay que decir que es todo bastante reciente y habrá que ver cómo sigue. Lo que sí sabemos es que en números nacionales se vio que se perdió un 3 por ciento del prepago. Toda esa gente cuando se enferme irá al sistema público”.
En la provincia de Buenos Aires contaron una película un poco diferente. Las fuentes del Ministerio de Salud consultadas dijeron que “la evolución de la demanda en las guardias en 46 Hospitales Provinciales, en en último mes cerrado -abril- de 2024 registró un aumento de las consultas por guardia de un 18 por ciento (212.877) en relación al mismo mes del año anterior”. Agregaron que “si bien no hay una hipótesis única del incremento de la atención, se observa que hay personas con y sin cobertura de obra social/prepaga”.
¿Hay más virus y bacterias dando vueltas como posible traducción de la mayor cantidad de consultas en los hospitales públicos? Según el Boletín Epidemiológico Nacional, en lo que va del año hubo una baja de todas las enfermedades respiratorias de notificación obligatoria con respecto al año pasado y un aumento de casos de dengue.
En Mendoza informaron un incremento de la demanda en hospitales públicos del 15 por ciento. Fuentes del Gobierno provincial lo atribuyeron a que “producto de la crisis la gente dejó de pagar prepagas y o las mismas no tenían algunas especialidades en sus cartillas”.
Estos cambios de escenario en el sistema de salud empezaron a verse después del DNU 70, de diciembre pasado, que desreguló los precios de las prepagas y permitió que las empresas aumentaran sin tope. Luego, ante cuotas que de enero a abril treparon más del 150 por ciento, el Gobierno y la Justicia intervinieron para empezar a frenar la -y en la- curva.
Ahora que todo ese capítulo conflictivo concluyó y las cosas empiezan a decantar, vuelve a cobrar sentido la lógica que desde el Ministerio de Salud perseguían con estas medidas cuando aún nadie tenía en agenda el enfrentamiento con las prepagas, ni a los jubilados que ya eran los que más sufrían estos aumentos. A comienzos de un hoy lejano marzo, desde las oficinas de Mario Russo explicaban a Clarín los objetivos de ese plan.
“A partir de la nueva normativa las prepagas tienen la libertad de establecer el valor de la cuota que consideren. Esto es con el objetivo de fomentar la libre competencia entre los distintos actores del sistema y que el beneficiario pueda elegir libremente, con mayor oferta“, afirmaban entonces.
Gabriel Oriolo, titular de la Superintendencia de Servicios de Salud, junto a Mario Russo, ministro de Salud.Gabriel Oriolo, titular de la Superintendencia de Servicios de Salud, junto a Mario Russo, ministro de Salud.
Para agregar: “Hay un diagnóstico que no se puede desconocer y que viene desde hace más de 30 años, con problemas de financiamiento y funcionamiento, donde el sistema de salud público no ha venido brindando un buen servicio, lo que provocó que los jubilados que pudieron hacerlo se volcaran a las prepagas en busca de una mejor atención”.
Luego venía el enlace con el sector público: “En esta nueva etapa se generaron los marcos para una mayor y mejor competitividad con el objetivo de mejorar la calidad de las prestaciones tanto desde el sector privado como en el sector público, redefiniendo las competencias de los Estados nacionales y provinciales, y haciendo más eficiente la gestión del PAMI volcando todos sus recursos a mejorar sus prestaciones en beneficio de los jubilados”.
En julio se inaugura una nueva etapa cuyo derrotero habrá que ir siguiendo mes a mes en función de cómo se acomode el Indice de Precios al Consumidor, que pese a ya no ser un techo seguirá siendo una referencia para las empresas de medicina privada. Como se dijo, la relación entre el aumento de las cuotas y la inflación en julio fue prácticamente de 2 a 1.
Eso no necesariamente significa que esa relación vaya a mantenerse en el tiempo, pero sí puede indicar una tendencia, teniendo en cuenta un dato que el sector de las prepagas sostiene como un norte a seguir, cuando afirman que la inflación del rubro salud se ubica un 40 por ciento por encima del promedio general de la economía.
Fuente Clarín