Kicillof enviará a la Legislatura bonaerense su propio RIGI en medio de la disputa por una megaobra de gas
El gobernador bonaerense evitó dar definiciones sobre el RIGI, incluido en la Ley Bases. YPF lo había puesto como requisito para poner en marcha una inversión clave. Río Negro ya adhirió a la norma y busca que se instale en su provincia la planta de Gas Natural Licuado (GNL).
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, anunció el envío a la Legislatura de su propio proyecto de régimen de inversiones, en plena disputa con Río Negro por una inversión que se presenta como fundamental para el desarrollo de Vaca Muerta: la instalación de una planta de Gas Natural Licuado (GNL).
La provincia gobernada por Alberto Weretilneck corre con ventaja porque fue la primera en adherir al Régimen de Incentivo de Grandes Inversiones (RIGI), la principal condición que puso el presidente de YPF, Horacio Marín, para la obra.
Kicillof evitó dar definiciones en conferencia de prensa sobre si adherirán o no al RIGI, y aclaró que todavía no se reglamentó, planteó que no saben “cómo se implementará” y que es “mucho más generoso” con las empresas que el proyecto de Régimen de Promoción del GNL, que dijo que era “lo conveniente”, aunque se trata de una iniciativa y no de una ley, porque solo tiene media sanción de Diputados.
El gobernador bonaerense anunció el envío a la Legislatura de “un proyecto de ley para régimen provincial de fomento de inversiones estratégicas”, que incluye “varios requisitos que presentan compañías para llevar adelante el proyecto en Bahía Blanca”, que contempla el rápido tratamiento de proyectos y el ofrecimiento de “estabilidad tributaria” a las obras que sean aprobadas.
Kicillof explicó que todavía no conocen “los detalles del proyecto, las etapas, duración, cronograma de inversiones, efectos en materia de producción y empleo, beneficios económicos”, que pidieron tener respuesta sobre “16 puntos de información”, y planteó: “Nos piden que tomemos resoluciones, ya, sobre un proyecto que no conocemos, lo que sería insensato, poco lógico”.
El gobernador bonaerense dijo: “Varias consultas superan las atribuciones del Ejecutivo provincial, como la adhesión a un régimen”, que debe haber decisiones de la Legislatura, el municipio y el Puerto de Bahía Blanca, y que no anunciarán posturas que “superan” sus competencias.
Las claves de la planta de GNL que busca quedarse Buenos Aires
La planta de GNL era un proyecto originalmente pensado para la provincia de Buenos Aires, puntualmente en Bahía Blanca. De hecho, ese es el argumento del Gobierno bonaerense que encabeza Axel Kicillof para quedarse con el proyecto: aseguran que trabajan en él desde 2017, mientras que el año pasado se efectivizó la reserva de 1500 hectáreas en el predio del Puerto Bahía Blanca para localizar la planta.
Las petroleras YPF y Petronas (Malasia) lideran el proyecto denominado como una de las “mayores obras de infraestructura” de la historia argentina, coninversiones de entre US$30.000 millones y US$40.000 millones desde 2025 a 2031.
Los argumentos de Río Negro en la pulseada con Buenos Aires por la obra energética
Desde el entorno de Weretilneck le confirmaron a TN que el gobernador envió una respuesta formal a YPF de aceptación de las condiciones que pide la petrolera para la construcción de la obra energética, en medio de la puja de la provincia patagónica con Buenos Aires. Además de la adhesión al RIGI, aprobada por la Legislatura de Río Negro, están la creación de un régimen provincial, exención de tasas municipales, permisos ambientales y garantías de los terrenos en los puertos, entre otras.
Allegados al gobernador patagónico dijeron que hicieron “todos los deberes” y que se quedarán con el proyecto. Mientras que Weretilneck planteó: “No es Río Negro solo, es el norte de la Patagonia. Nosotros tenemos nuestro puerto, que es el puerto de San Antonio Oeste, y tenemos un golfo que es sumamente competitivo. Por tres barcosdel tamaño que ingresan a Bahía Blanca, en Río Negro se podría hacer con un solo barco. Esto genera una competitividad enorme, más de cuatro dólares por barril de competitividad”.