La CGT llega al paro general atravesada por una fuerte interna y tironeos entre sus dirigentes peronistas y los K
Los históricos cuestionan a los kirchneristas por buscar una escalada contra Milei. Maturano cruzó a Daer por amenazar a los diputados.
Tras un primer coqueteo que mantuvo con la flamante administración de Javier Milei, surgieron algunas dudas sobre cómo jugaría la Federación de Empleados de Comercio -el gremio que lidera Armando Cavalieri es el que tiene más afiliados del país- en el paro general convocado para este miércoles para la CGT.
Pero este domingo desde el propio sindicato salieron a disipar esas dudas y confirmaron a Clarín que también adherirán al paro y que además movilizarán a la Plaza de los Dos Congresos junto al resto de los gremios cegetistas, de las dos CTA, movimientos sociales y la Izquierda.
De esta manera, todos los sindicatos de la CGT cerraron filas y se sumarán al paro contra el Gobierno. La apuesta gremial es alta: buscan que se note el impacto del paro en las diferentes actividades y además movilizar a unas 300.000 personas a la concentración del miércoles frente al Congreso.
La jugada encierra al menos dos riesgos:
Que se produzcan incidentes durante la manifestación, algo que en la CGT evalúan podría ocurrir. “Pero no por parte de los gremios ni del peronismo”, aclaran. Dicen sí tener temor a “sectores radicalizados” entre los manifestantes y a “sectores inorgánicos funcionales” a Milei. Y agregan: “El diablo siempre puede meter la cola”.
Que el acatamiento al paro sea menor al que esperan y que la movilización tenga menor acatamiento del que buscan. Esto podría mostrar a la CGT con menor poder de fuego del que puertas adentro de la central obrera dan por sentado que tienen.
Pero en la CGT desechan esos eventuales peligros. “El que no arriesga no gana”, razona un poderoso jefe de un sindicato industrial.
Pese al consenso interno que existe en la convocatoria al paro- es el más inmediato contra un Gobierno; se realizará a 45 días de iniciada la gestión de Milei- puertas adentro de la CGT las diferencias entre sus diferentes gremios y corrientes siguen siendo palpables.
La tensión más fuerte es entre los jefes sindicales que integran la mesa chica de la CGT -por ejemplo, Héctor Daer (Sanidad),Gerardo Martínez (UOCRA), Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Cavalieri (Comercio) y los barrionuevistas- y los dirigentes sindicales identificados con el kirchnerismo, como Sergio Palazzo (La Bancaria), Abel Furl(“”) y Mario Manrique (SMATA).
El sector K interpreta al paro de este miércoles como el puntapie inicial de una escalada contra el Gobierno Nacional. Algunos, incluso, ya hablan de otro paro general en marzo.
Pero en la conducción cegetista se plantan y avisan que este paro no será “un mojón de nada” y que lo que esperan es que la medida de fuerza habilite una mesa de diálogo con la Casa Rosada.
“El kirchnerismo busca capitalizar el paro, sacar un provecho y mover la vara”, acusa un histórico dirigente cegetista. Y completa: “En la CGT no somos ni fuimos K. Más aún, fuimos siempre maltratados por los K. Ellos siempre nos criticaron y hasta quisieron romper las paritarias”, dijo un miembro de la mesa chica de la CGT.
Otro sindicalista agregó: “Las diferencias con ellos son públicas. Nosotros, por ejemplo, nunca nos sumamos a su embestida contra la Corte Suprema de Justicia. Nosotros tenemos buena relación con la Corte. El único que se sumó en un principio fue Pablo Moyano, pero cuando lo hablamos se bajó”.
La mención de la Corte no es casual. El máximo tribunal debe intervenir ahora en la cautelar presentada por la CGT contra la reforma laboral que busca imponer Milei através de un DNU.
Interna y cruce
Aunque en el sindicato de Comercio aclaran que no hubo gestos de apoyo al flamante Gobierno, la oficialización de que el gremio mercantil también se sumará al paro general genera un impacto directo en la interna cegetista.
Es que Armando Cavalieri integra junto al cosecretario general de la CGT Héctor Daer el grupo de los Gordos. Sin la compañía del dirigente mercantil, Daer quedaba solo en la interna cegetista.
Algunos atribuyen a eso que el dirigente de Sanidad haya mostrado posturas más duras en los últimos días. “No van a poder caminar por la calle”, advirtió Daer el sábado a los legisladores de bloques opositores que se encuentran en negociaciones con el Gobierno para aprobar el paquete de leyes de reformas enviado por el Poder Ejecutivo.
El dirigente ferroviario Omar Maturano se diferenció este domingo de Daer. “Ya el escrache tiene que dejar de ser. A nosotros también nos escrachaban y a mí me parece mal. Cada uno tiene que pensar como quiera pensar. Cada uno tiene que ser libre”, dijo.
Pero otros sindicalistas de la CGT relativizaron las palabras de Daer. “¿Y de los aprietes de la Casa Rosada a los gobernadores y a los parlamentarios para que salga la ley nadie dice nada?”, se quejó un capo cegetista.
Está previsto que este lunes los dirigentes de la mesa chica de la CGT tengan un encuentro para pulir los detalles finales de la movilización. Ya circula un borrador del texto que se leerá, enfocado en la cuestión socio-laboral y con guiños a los sectores medios que, entienden, más se vieron perjudicados en el arranque de la gestión de Milei.
Algunos dirigentes evalúan la posibilidad de que haya oradores en el acto. Se habla de que podrían ser los tres cosecretarios generales cegetistas, Daer, Pablo Moyano y Carlos Acuña. “Algo breve, tres minutos cada uno”, fogonea un jefe gremial.
A uno de los tres, sin embargo, ya le sugirieron que no hable porque podría exponerse a una silbatina.
Clarín